Los proyectos de producción comunitaria de madera de Melanesia podrían beneficiarse mucho de la certificación, pues ésta les podría abrir paso a los mercados extranjeros de "eco-madera". Al evaluar las circunstancias de las islas Solomón, este artículo observó que estos proyectos entraban en apuros a la hora de tener que satisfacer algunos de los principios y criterios necesarios para recibir la certificación del Consejo de Administración de Bosques (Forest Stewardship Council). Por ejemplo, el sistema tradicional de tenencia de tierras típico de Melanesia implicaba que no podían demostrar el nivel necesario de seguridad de tenencia. Además, obtener la certificación también resultaba caro debido a los costes relacionados con el control y la documentación. El autor sugirió que una de las vías para vencer estas dificultades sería el establecimiento de un organismo nacional de certificación.