Este artículo presentó las experiencias del Programa Forestal Regional para Centroamérica (PROCAFOR), financiado por FINNIDA, en el establecimiento de sistemas bancarios comunitarios, particularmente en Honduras. PROCAFOR observó que la financiación participativa no tradicional podía ofrecer créditos, no disponibles hasta entonces, a la población local, para su utilización en el desarrollo de la gestión forestal. El sistema bancario comunitario también creaba capacidades institucionales locales, estimulaba la visión y la confianza empresarial de la población, aumentaba el interés en las actividades relacionadas con los bosques y ofrecía apoyo a la autodeterminación de las mujeres. El próximo paso consistía en desarrollar la sostenibilidad interna y el reconocimiento jurídico a las bancas comunitarias.