Casi todos los bosques de la República Dominicana desaparecieron durante el siglo XX, primero a causa del desmonte llevado a cabo por las empresas madereras – hasta que se cerraron los aserraderos en 1967 – y luego debido a la agricultura de corte y quema. Este artículo analizó las causas socioeconómicas subyacentes de esta deforestación incesante e identificó varios factores clave: el crecimiento poblacional, la gran preferencia de los sucesivos gobiernos por las inversiones urbanas, la inapropiada, inadecuada y confusa política agrícola y forestal vigente, y la distribución extremadamente injusta de las tierras. Sólo el 50% de la población rural poseía tierras y el 40% vivía por debajo de los límites de la pobreza. Mientras tanto, el gobierno subvaloraba la contribución de los bosques a la economía nacional y no implementaba políticas que pudieran estimular a la población rural a mantener los árboles.